Sus primeros pasos en la política fueron en el Tagoror Ecologista Alternativo (TEA) en 1994, formando parte al año siguiente de la candidatura de Izquierda Verde - Izegzawen. Entre 1995-2002 participó en el colectivo juvenil Azarug en donde fué elegido durante un período miembro de su Coordinadora Nacional. Entre 1997 y 2002 también formó parte del Sindicato de Estudiantes Canario (SEC), siendo uno de sus portavoces en el Claustro. En el año 2002 se afilió a Alternativa Popular Canaria (APC), en donde ha sido integrante de la Coordinadora Nacional hasta el año 2007.
Desde su creación ha participado activamente en Alternativa Sí Se Puede por Tenerife como militante, primero en el comité local de Aguere y actualmente en el de Santa Cruz. Dentro de Sí Se Puede por Tenerife colabora con el Gabinete de Comunicación insular.
Señalar que en el año 2008 puso en marcha su blog personal, llamado “La lata del gofio”.
- ¿Considera que el independentismo tiene futuro en Canarias?
No sólo considero que tiene futuro, creo que es el único camino que podemos seguir para desarrollarnos plenamente como sociedad. Es cierto que en los últimos veinte años hemos vivido un proceso cada vez más intenso de retroceso de nuestra identidad nacional que no ha sido fruto de la causalidad o de las modas, responde a una clara estrategia política en la que los tres principales partidos de las Islas han sido cómplices plenamente.
También debemos reconocer nuestras propias culpas en la situación actual. Creo que la división de siglas y facciones, unida a la incapacidad de un sector del independentismo de trabajar con personas con otras sensibilidades dentro de la izquierda está generando un proceso agudo de aislamiento ideológico. Una señal de esto la tenemos en una derechización bastante marcada en el discurso y las formas de un sector del independentismo, que parece haber dado por perdido el trabajo real junto a las demandas del pueblo para lanzarse en las manos de medios de comunicación ultrarreaccionarios, xenófobos e insularistas como “El Día”. Esto, junto a las posibilidades que da Internet de convertir a cualquier persona con un ordenador, ADSL y tiempo libre en una “organización política” absolutamente vacía de contenido, está ayudando a que algunas personas de este ámbito se alejen cada vez más de la realidad política y social de nuestro país.
En cuanto a los motivos del viraje de sectores de la derecha insularista mediática y política a un cierto coqueteo con el soberanismo creo que aplicando criterios del materialismo histórico sólo cabe explicarlo por motivos económicos. Sinceramente los veo muy ligados a una incipiente competencia económica con sectores de la burguesía estatal y la más que probable existencia de hidrocarburos en aguas Canarias. La pregunta es si merece la pena acompañarlos en sus guerras por el poder... yo creo que para esto no.
- ¿Cuál es la situación actual de Alternativa Popular Canaria?
Alternativa Popular Canaria surge en el año 2002 para intentar dar una respuesta política a la situación de retroceso organizativo que vivíamos en el independentismo y en la izquierda canaria en su conjunto. Fue un proceso lanzado básicamente desde una organización independentista como Azarug, en la que muchos militábamos, pero que de forma consciente quiso abrirse a un amplio abanico de personas de la izquierda nacionalista, herederas de otros espacios y momentos políticos, gentes procedentes del mundo sindical, académico, ecologista, cultural... En esta línea positiva de integración y consolidación de la izquierda canaria se elaboraron todos los documentos de estrategia de nuestra organización, que pueden ser consultados por cualquiera en nuestra web y que fueron aprobados por amplias mayorías.
En el año 2006 se abrió un duro proceso de debate interno, especialmente en Tenerife donde las movilizaciones ciudadanas en respuesta a diversas agresiones medioambientales como el Puerto de Granadilla o la Vía Exterior tenían cada día más importancia. Esto se sumaba a la generación de una respuesta social organizada cada vez mayor en barrios y pueblos, donde algunos/as compañeros/as de APC estuvimos presentes junto con otros colectivos. Esta experiencia constructiva de trabajo junto a otras organizaciones y movimientos sociales generó un intenso debate sobre la necesidad de dar una respuesta política efectiva a ese desencanto social. En nuestros análisis valoramos mayoritariamente que para ese fin APC en solitario resultaba insuficiente y veíamos necesario una reorganización profunda de fuerzas dentro de un proceso aún más amplio, donde APC ha jugado y juega un importante papel. Paralelamente un grupo de compañeros optaron por plantear un viraje hacia posturas supuestamente más puras en la cuestión nacional y una vuelta al aislamiento que tanto daño ha hecho al independentismo contemporáneo. Esta posición fue minoritaria en la organización como se demostró en dos asambleas insulares de Tenerife y la nacional de diciembre de 2006, teniendo como resultado del proceso la salida voluntaria de algunos compañeros y compañeras para conformar nuevas organizaciones o integrarse en otras ya existentes, a pesar de los intentos de muchas personas de ambas posturas de evitar esta eventualidad.
En los últimos cuatro años en APC además de participar junto con AC25M en las elecciones Canarias de 2007 hemos celebrado nuestra I Conferencia Nacional en el año 2008 y la IV Asamblea Nacional en el 2009 en donde se ha mantenido la idea original de colaboración y articulación a favor de grandes frentes de izquierda canaria. Este proceso en Tenerife ha tenido como consecuencia nuestra integración en Alternativa Sí Se Puede por Tenerife, como una de sus organizaciones fundadoras, similar situación se vive en otras Islas donde APC tiene militantes.
Personalmente considero que a pesar de todas las dificultades que podemos encontrarnos los nacionalistas de izquierda en un proceso de confluencia con personas que en muchos casos no comparten al 100% nuestras posiciones políticas, la unidad genera una visión mucho más integral y menos integrista de nuestra realidad. Creo que en APC tenemos bastante claro que se trata de un proceso de avances pequeños para obtener de la suma de los mismos nuestra libertad social y nacional. En este sentido por ejemplo que el concejal de Alternativa Sí Se Puede por Tenerife en Granadilla haya puesto en marcha un sistema de bancos de tierras municipales para apoyar la agricultura, generando empleo al mismo tiempo, es un buen ejemplo de trabajo en la línea de la soberanía alimentaria real, al igual que presentar propuestas alternativas para desarrollar junto con los vecinos de Santa Cruz ayuda a organizar la respuesta social o movilizarnos activamente contra el Puerto de Granadilla, la Vía Exterior o los trenes ayuda a que mantengamos nuestro patrimonio natural. Ese conjunto de pequeños pasos es, en nuestra opinión, el único camino para avanzar en un proceso de organización colectivo que de verdad ayude a nuestra construcción nacional. Sin ese trabajo previo nadie podrá desde dentro de Canarias imponer nada, ni por supuesto desde cualquier instancia internacional como algunos pretenden o sueñan. No creo que sea más independentista el que más lo grita sino el que genera más respuestas colectivas y al pie de la calle a nuestros problemas.
- ¿Qué piensa del intento de vincular a sindicatos como Intersindical Canaria y colectivos como Atamarazayt con ETA por parte de ciertos medios de comunicación?
Me parece una muestra lamentable de persecución de unas ideas políticas legítimas y de personas que las defienden. Por desgracia es una forma fácil que tradicionalmente se ha adoptado desde el poder para atacar y atemorizar, no es nada nuevo. Cuando en el año 2001 en el Sindicato de Estudiantes Canario organizamos algunas de las protestas estudiantiles más importantes de las últimas décadas en el Archipiélago también recibimos el mismo tipo de trato por parte de los mismos medios, igual nos sucedió en Azarug y también lo tuvo que sufrir Iniciativa por La Orotava en las pasadas elecciones, aunque en este caso parece que por parte de personas que se decían de izquierdas. Parece ser una “ley de vida” en una sociedad como la nuestra donde todavía perviven el colonialismo, el miedo al cacique junto con una alarmante falta de interés por la política que ayuda a recurrir a este tipo de estrategias.
- ¿Cómo vivió en Azarug aquello de “Jarrai en Tenerife” que publicó en portada La Gaceta de Canarias en su tiempo?
La verdad que fue un verano realmente difícil para unos pibes y pibas que por entonces teníamos apenas veintipocos años e incluso menos. Cuando eres miembro de una organización que llevaba varios veranos consecutivos trasladando a miles de jóvenes a unos encuentros juveniles que servían para hermanar a las Islas y generar conciencia de pueblo que se utilice a los medios de comunicación como un ariete parece hasta normal. En esas semanas vivimos un constante acoso policial y mediático que estoy convencido que tenía como principal justificación perjudicar el proceso de implantación que Azarug venía desarrollando. Cuando no te pueden acusar de nada lo más fácil para el sistema es endosarte alguna etiqueta que pueda dañar el trabajo serio realizado en años. Una cuestión llamativa en este asunto es que el director de ese periódico actualmente es uno de los principales columnistas de opinión de “El Día”, siendo uno de los “milagrosos conversos” al soberanismo, qué curioso ¿no?.
- Cambiando de tema, ¿qué modelo económico le gustaría para Canarias?
Creo que en Canarias debemos avanzar hacia un nuevo modelo social y político siguiendo la estela de los proyectos que defienden el socialismo del siglo XXI donde se prima el control social de la economía frente a la irracionalidad del capitalismo salvaje.
En el desarrollo económico que defiendo, los países, el medioambiente y el conjunto del pueblo deben ser los protagonistas principales frente a un modelo que tenemos actualmente donde unas pocas multinacionales son las que especulan con nuestra comida, nuestro dinero o nuestra tierra para obtener beneficios millonarios a cualquier coste, sin tener en cuenta a las generaciones venideras.
Por supuesto dentro de este modelo considero fundamental recuperar sectores estratégicos de nuestra economía como la pesca, la agricultura o la ganadería para avanzar en nuestra necesaria soberanía alimentaria. Además debemos avanzar en nuestra soberanía energética explotando al máximo el desarrollo de las energías limpias de las que muchos especialistas de relevancia mundial consideran que Canarias podría ser el referente, eso genera empleo y además nos ahorra un gasto astronómico en la importación de combustibles fósiles.
Si quieren un pequeño ejemplo práctico de mi visión del camino que debe recorrer nuestra economía podemos poner el caso de la actividad hotelera en Canarias. Actualmente las grandes empresas y confederaciones empresariales de este sector reclaman dinero público para remozar aquellos hoteles y núcleos turísticos que han quedado anticuados. Por supuesto que el papel de PP, PSOE y CC ha sido el de unirse servicialmente al coro solicitando financiación pública para eso, financiación que viene de los impuestos que pagamos todos y todas que, en vez de redundar en el beneficio colectivo, se usan para favorecer a unas compañías turísticas que durante décadas han sacado dinero a espuertas de Canarias. Esas mismas empresas no han reinvertido en su mantenimiento o mejora, buscando unos beneficios rápidos, pagando además unos salarios miserables. En un modelo socialista esta inversión pública se haría estudiando caso por caso y con una clara contrapartida basada en un control público de parte de esas infraestructuras, básicas para nuestro desarrollo actual, generando beneficios económicos directos para el conjunto de la población, al menos hasta que ese préstamo se recuperase. Sólo con eso podríamos ahorrar muchos cientos de millones en gasto público y generar riqueza para reinvertir en toda la población.
- ¿Por qué cree que no es necesario el Puerto de Granadilla?
El Puerto de Granadilla representa un paso más dentro del modelo de desarrollismo salvaje que actualmente prima en Canarias. Esta infraestructura ha sido rechazada por gran parte de la comunidad científica, ha conseguido movilizar a muchas decenas de miles de personas en su contra, cuenta con informes medioambientales que desaconsejan su ejecución, pone en peligro zonas protegidas, afecta directamente a los sebadales y a otras especies marinas vitales para un recurso que puede llegar a ser sostenible como la pesca, además de desconocerse con claridad sus efectos sobre los aportes de arena a las playas del sur. Para colmo, en Sí Se Puede, a través de nuestro concejal en la zona, hemos hecho públicos informes técnicos que revelan que en el momento álgido de la obra apenas se contrataría a 45 personas y que por el régimen de vientos en la zona el puerto sería inoperativo para el movimiento de contenedores y otras tareas casi el 58% de los días del año. Todos estos datos convierten a esta obra en un caro capricho sin justificación, destinado a mantener felices a unos cuantos estómagos agradecidos de nuestro país, acostumbrados a comprar voluntades políticas a cambio de recibir el máximo posible de recursos públicos.
- Y, por último, ¿cuál ha sido su mejor momento en política?
La verdad que he tenido la suerte de compartir muchos buenísimos momentos en diversas organizaciones. El Sindicato de Estudiantes Canario sin duda me ha marcado profundamente a nivel personal y político, estoy convencido que ha sido la organización, con un porcentaje significativo de independentistas, que mayor poder político real ha tenido en la historia reciente de Canarias, además se ser una excelente cantera de militantes.
De Azarug y APC recuerdo con especial cariño hermosa victoria que significó acabar con el paseo del Pendón de la Conquista en Aguere. Sin embargo creo que ahora mismo estoy viviendo dentro de Sí Se Puede mi momento político más bonito, donde verdaderamente el trabajo codo con codo con diversas sensibilidades dentro de la izquierda canaria me enriquece, me hace crecer en lo personal y además nos permite sentirnos partícipes en primera línea de importantes acontecimientos en luchas concretas como contra el Puerto de Granadilla, el pelotazo de Las Teresitas, el modelo de transporte público o el PGO de Santa Cruz. Ahora más que nunca siento que mis pequeños esfuerzos tienen unos efectos reales sobre nuestro entorno y eso sin duda marca un excelente momento político, por lo menos para mí.